Concierto en Honor a los Maestros

20 integrantes de la rondalla Las voces del magisterio ofrecieron en compañía de la notable intérprete de la ciudad, Amintha Prado, un emotivo concierto dedicado a los profesores, titulado “Con amor a los maestros” el pasado 28 de mayo en punto de las 18:00 horas en Sala de Diálogos del Centro de Innovación y Educación (CIE) con una agradable audiencia, alrededor de 150 asistentes, quienes no dejaron de aplaudir y alentar a que la festividad permaneciera por una hora.

El telón se abrió dejando entrever a la agrupación más la cantante e iniciar el espectáculo con una serie de temas bajo el género ranchero y balada; con “Noche de ronda” del reconocido compositor Agustín Lara partieron el repertorio, continuando con “Desesperanza” de Chayito Valdez, “Solamente una vez” de Lara, y “Solo”, canción en la cual Prado terminó su parte para momento después regresar.

Las voces y las guitarras de la rondalla continuaron con “Moliendo café” del compositor venezolano Hugo Blanco, “Si nos dejan” de José Alfredo Jiménez, “A la orilla de un palmar” de Manuel M. Ponce, y “El milagro de tus ojos” del cantante argentino Donald Clifton.

Los hombres lucieron un traje negro, las mujeres largos vestidos negros con un toque azul que les hizo verse elegantes en su presentación. Amintha Prado se integró de nuevo al evento para entregar la última parte del repertorio con los temas “La señal” y “Ella”; recibieron merecidos aplausos de los asistentes y brindaron “Olvidarte jamás” de Carlos Macías.

La rondalla está formada por jubilados y pensionados, gente con un gran gusto por la música mexicana, reuniéndose con el fin de compartir experiencias, habilidades y conocimientos acerca de algunos aspectos del acervo cultural que corresponden a México. Todo lo cual les funciona como una terapia recreativa.

Se llegaba el fin del evento programado por Concierto y Danza del CIE, y para ello se dio un popurrí conformado de “Golondrina presumida”, “Paloma negra”, “Acá entre nos” y otras canciones más que fueron de agrado y que hizo que los asistentes se pusieran de pie, mientras se decían palabras de agradecimiento, de elogio y el telón cerraba, dejando el escenario listo y dispuesto para el próximo concierto.

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