Cúcara Mácara se luce en el Festival Cultural Sinaloa 2015

Con un trabajo que muestra el fanatismo religioso, tras una serie de enredos y encrucijadas que se presentan por los estragos que causa una bomba en una sacristía, destruyendo el rebozo de la Virgen del Siquitibum, se presentó la puesta en escena Cúcara y Mácara, con la compañía española Artistas en el Teatro del IMSS, como parte del Festival Cultural Sinaloa 2015, Una nueva época.

Original del dramaturgo mexicano Óscar Liera, Cúcara y Mácara tiene como tema principal la religión; la devoción y fanatismo de algunas personas, las jerarquías dentro de la misma e incluso viéndose reflejada como un negocio. A lo largo del tiempo y hasta el momento la religión siempre ha sido un tema controversial, sin embargo, la obra lo manejó con sutileza sin dejar a lado el humor que tanto la caracteriza.

La obra inició en el centro de una parroquia en donde cinco sacerdotes y un ministro de estado, se reunirán para analizar los hechos, ya que un gran estallido dentro del sagrado recinto ha destrozado un estandarte de la Virgen del Siquitibum, la deidad más significativa de la iglesia. No hay evidencia acerca de quién es el autor material del atentado, ni sus motivos y el único testigo es un fraile que ha quedado medio sordo debido a la explosión.

La singularidad de cada uno de los personajes arrancó carcajadas desde el inicio de la obra, pues cada uno con su toque especial puso la sal y la pimienta a la trama que se desarrolló en un escenario solo montado con una silla y proyecciones digitales en las cortinas de fondo en el Teatro del IMSS, donde los siete actores, vistiendo túnicas, se movían de un lado a otro, desesperados, gritando por el gran acontecimiento.
Los pasillos del teatro por momentos se convirtieron en parte de la obra, pues los actores transitaron en repetidas ocasiones por el lugar ante el asombro de la concurrencia que escuchaba zapatazos y llantos desde atrás de sus asientos.

El problema se iba analizando y enredando cada vez más, se cuestionó la fe y la relación iglesia-estado, también la misoginia dentro del ámbito religioso en donde una mujer puede ser monja pero jamás será sacerdote u obispo, mucho menos aspirar a ser cardenal.

Al final, todo se solucionó después de las idas y venidas, entradas y salidas de todos estos personajes, y la ayuda de dos monjas que son pero no están. Enredos, alcohol, música y baile, hicieron esta obra muy divertida, que con todo y la fuerte crítica religiosa no intenta cambiar ninguna ideología, al contrario, se vale reírnos de nosotros mismos y de nuestras costumbres y adoraciones.

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