Steve Alejandro Bojorquez | 
28 OCTUBRE 2013
FECUSIN: Ultra High Flamenco – Concierto
Una rica mezcla de música de jazz y tango aderezado con una perfecta dosis de talento, Ultra High Flamenco (UHF) se presentó en el sexto día de actividades del Festival Cultural Sinaloa 2013, Una nueva época.
La cita para el público mochitense, fue el escenario de la Concha Acústica de la Escuela Vocacional de Artes, donde afanosos aplaudieron la magistral presentación de la agrupación en un esfuerzo del gobierno del estado a través del Instituto Sinaloense de Cultura y el ayuntamiento de Ahome.
Concibiendo el flamenco instrumental como una música que se encuentra siempre en continua evolución, UHF mostraron el pleno dominio en el manejo de sus instrumentos, con diversas piezas compuestos por ellos, en un estilo que les ha creado seguidores en diversas partes del mundo.
El espectáculo estuvo formado por cuatro músicos de larga trayectoria como son Paquito González dominando las percusiones y el cajón flamenco, Pablo Martín-Caminero mostrando sus muchas habilidades en el contrabajo, José Quevedo “Bolita” en la guitarra flamenca y Alexis Lefevre sacando chispas al violín.
La tipicidad de la música flamenco, el ritmo enardecido, los acordes apasionados, se combinaron con las improvisaciones y los ritmos acortados del jazz y algunos acordes que sonaban a tango, a lo largo de ocho piezas que ofrecieron, tomadas de sus discos UHF (iniciales del nombre de la agrupación surgida en 2005) y Bipolar, los cuales han sido nominados para Mejor Disco de Flamenco del Año.
El programa abrió con Bulería de diez fuegos, de su primer disco, luego, Positango, de Lefevre, que alude al pueblo natal del violinista, Positano, Italia, con acento inicial en el contrabajo, al que Martín-Caminero explota al máximo, dejando ver su habilidad en emitir los mejor sonidos y efectos.
Siguió el tema OFNI (Objeto Flamenco No Identificado), de Martín-Caminero, el cual marca el estilo del grupo.
En Bolando (con B), una larga entrada de la guitarra crea un ambiente íntimo, muy de jazz, en tanto que en El Republicanon, se destaca la bipolaridad del grupo quemientras trabajan son un todo con sus días buenos y malos como colectivo, con sus indecisiones o sus gustos encontrados.
En la Seguidilla de Manuel Torres (dedicada al gran cantaor del siglo 19), Martín-Caminero hace vibrar al contrabajo con largos lamentos que dan un toque muy especial y conmovedor a esta pieza.
Se mastica la tragedia fue de las últimas y expresa también la bipolaridad del grupo, e inicia con un solo de percusiones en el que Paquito González, autor de la pieza, muestra las muchas posibilidades sonoras del cajón, apoyado por la batería que aporrea más con sus manos que con los palillos y escobetas.
Y cerró con Tanguirera, una pieza en la destacó el manejo del violín por parte de Lefevre.
Al final, el público ovacionó de pie a la agrupación, yéndose a casa con la experiencia y el disfrute de admirar un espectáculo internacional totalmente gratis, uno de los mejores regalos que esta gran fiesta del espíritu puede ofrecer a la sociedad sinaloense.
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