Obra teatral “La ley del Ranchero”

Steve Alejandro Bojorquéz | 09 SEPTIEMBRE 2013

Una magnifica tarde repleta de carcajadas es la que nos brindo el monologo “La ley del Ranchero”, obra teatral que se presento el pasado miércoles 04 de agosto en la Casa de la Cultura Profr. Conrado Espinosa, dentro del marco del 2do. Coloquio Internacional de Teatro Alternativo en Sinaloa.
El monologo interpretado por Rubén Garza Gonzales – Kid, describe las relaciones de tres parejas de homosexuales. Está constituido por varias historias que ocurren en un mismo sitio, un bar gay llamado “El Ranchero”, entrelazadas de una manera inteligente e interesante y a través de las cuales el autor nos adentra en un mundo de prostitución, machismo, homosexualidad reprimida, robo, matanza, crimen y pasión, como pretexto para mostrarnos su profunda visión sobre la naturaleza humana.

Las historias son intercaladas por una serie de monólogos de Kid, una especie de narrador, un joven ranchero que sale huyendo de su pueblo, llegando a la ciudad para enfrentarse a un mundo por él desconocido.

Sin duda, una excelente interpretación fue la que brindo el joven Rubén Garza, integrante de “Alianza Teatro” de Mty, Nuevo León. Dirigida por Ángel Hinojosa asistido por Eduardo Martínez.

Sinopsis:
“La ley del ranchero” es un monólogo que nos cuenta la historia de Kid, un joven ranchero que sale huyendo de su pueblo, llegando a la ciudad para enfrentarse a un mundo desconocido para él al asistir a un bar gay llamado: “El Ranchero”. Hugo Salcedo, poniendo como pretexto las peripecias de Kid, nos adentra inteligentemente en un mundo de prostitución, machismo, homosexualidad reprimida, robo, matanza, crimen e impunidad, para mostrarnos su profunda visión sobre la naturaleza humana. Su capacidad de análisis sobrepasa el retrato directo de la realidad. Detrás de todo está el poder, la mentalidad patriarcal, la fuerza y el horror, temas que, a fin de cuentas, son universales ya que tocan la esencia del ser humano; tratados por el autor de una manera contemporánea, por momentos aparentemente divertida, pero con un trasfondo profundamente trágico. Un ranchero con botas, sombrero, hebilla, macho, bronco, acostumbrado a las rudezas del campo… puede darse de vez en cuando permiso de no serlo. “Y yo tan solito, igual que el pastor con su flautín, y tan querendón, se dijo Kid en una de sus visitas al bar gay “El Ranchero”, cuando llegó a la ciudad huyendo del rancho… que la disfruten.

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