Oct
Adagio y fuga en Do Menor K. 546, de la época madura del compositor, que refleja la influencia de J. S. Bach, fue la primera pieza musical que escucharon los asistentes, quienes se ocuparon de llenar cada uno de los asientos del auditorio.
Divertimento en Re Mayor para oboe, dos cornos y cuerdas K. 251 con sus seis movimientos: Marcha a la francesa, Molto allegro, Mennueto y trío, Andantino, Mennueto, tema con variaciones, Rondo, allegro assai, abrió el espacio para que brillara especialmente Daren Weissfisch, con su ejecución como solista del oboe. Lo especial de este Divertimento es el duelo y diálogo constante entre el oboe, el violín y el resto del ensamble.
Sinfonía no. 29 en La Mayor K. 201 fue la pieza que cerró la presentación, integrada por Allegro moderato, Andante, Mennueto y trío y Allegro con spirito, la cual es una de las más conocidas de las sinfonías tempranas de Mozart, la cual posee un carácter vehemente e impulsivo.
Gordon Campbell, Director de La Camerata y de la Ossla, lucía contento y complacido con el trabajo de sus músicos. Además, momentos antes de iniciar su participación, se dirigió al público presente para ofrecer un breve panorama del contenido musical que llevaban preparado para esa noche.
Nathaniel Basa, concertino; Olena Bogaychuk, Samuel Murillo, Isaí Pacheco, Oleksandr Talisky e Iván Stabila, violinistas; Carlos Guadarrama, Jason Sah y Larissa Brown, viola; Elizabeth Brown y Shea Kole cello; Rhonda Kremer, cornista; Raúl Pérez, contrabajo; Emanuel Castro y Daren Weissfisch oboe; y John Reem, corno, fueron los músicos encargados de interpretar a Mozart para el público de Los Mochis.
Una vez concluida la Sinfonía 29, el público despidió de los artistas y de su director con un sentido aplauso, de pie. Gordon Campbell salió de escena, regresó y los aplausos continuaron aún después de que las luces del teatro comenzaron a encenderse.