Las ganas de los pequeñines para romper la tradicional piñata navideña no lograban contenerse, mostrando con una larga fila para tomar el pequeño bate, que ansiaban obtener el relleno repleto de dulces dentro de la piñatita.
Al final de la posada, todos los pequeñines dieron gracias a sus maestros y salieron felices sabiendo que hoy están de vacaciones, esperando volver pronto a la escuela.