¿Te has detenido a pensar que ya no eres un Chavo?

Alejandro Bojórquez | 22 JULIO 2013

Cuando menos se da cuenta uno ya es adulto, cuando tenía 16 años me dijeron “Mira Cuate, disfruta que eres menor de edad wey, porque cuando menos lo pienses ya tendrás 18 años”, Tenia toda la boca llena de razón, mis últimos se han pasado devolada. También recuerdo que me dijeron que a partir de los 18 empiezas a sumar años en un abrir y cerrar de ojos, y creo que es cierto.

Amigos míos que ya son adultos no mayores de 35 años, se han dado cuenta de que ya no son unos chavos. ¿Algunas de las señales? La fatiga, la caída de su “Bella” cabellera, que ya batallan en cargar cosas que antes cargaban con tanta facilidad, en fin…

A partir de cierta edad entre los 30 – 35, te has dado cuenta de que ya no eres el mismo que cuando eras joven, y mucho menos que cuando eras niño. Aparecen las arrugas, una que otra canita, ya no corres como antes y ahora te duele alguna parte del cuerpo sin el más mínimo esfuerzo. Los niños te llaman de señor, las crudas son más fuertes, cargas la responsabilidad de un trabajo y si ya estamos casados, hay que pensar en que hay otros gastos, y si vivimos solos hay que pensar en la renta y demás compromisos, simplemente un exceso puede hacer que nuestra quincena se vea disminuida.

En este sentido te indicaremos cuales son algunas de las señales que te indican que ya no eres un "chavo”

1. La antiestética deportiva
Entonces empiezas a usar conjuntos de pants completos, con tenis blanquísimos, sin ningún tipo de efecto o tecnología que no comprendas, shorts cortos y coloridos, calcetas arriba con franjas de color, chamarras bombachas, playeras fajadas en el pants, chaquetas sin arremangar, gorras para el Sol (pero por el Sol, no por moda). Cualquier otra cosa simplemente no te queda.
2. Ver Informe Semanal
Sábado por la noche, preparas la cena, te sientas, zapeas…y te quedas viendo Informe Semanal. Puede que ni siquiera el reportaje de ese momento te interese mucho, probablemente sea sobre la transición…pero te da igual.. te quedas por si el siguiente te engancha más. Eres tu padre.

3. Usas sandalias o pantuflas en casa
Años de huir de tu madre “no andes descalzo que te vas a poner malo” no han servido para nada. Un buen día te encuentras que sin tus sandalias de estar en casa no eres nadie… y lo que es peor, ya no sabes disfrutar del placer de ir descalzo. Una catástrofe.

4. Eres selectivo con tu "chupe"
Nunca más aguaslocas, Tonayan, Corsario, Aguardiente de caña León, sabes en lo que te puede salir la cruda. Mejor le inviertes otro poquito, o si la nación está muy pobre, chelas. Pero aferrarte al alipuz a pesar de las consecuencias, eso es cosa de chavos.

5. Los "nuncas"
¿Nunca te habías dolido los tobillos así?¿Jamás te habías contracturado la espalda por cargar cajas?¿La muñeca nunca te había dado lata por el tenis?¿Nunca pensaste que tendrías acidez o reflujo?"¿Te juro que nunca me había pasado esto?" Acostúmbrate.

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