De ida y vuelta. Por Fabián Rosas

Fabián Rosas Reyes | 21 OCTUBRE 2013

De ida y vuelta

“La fantasía tiene fama de ser la loca de la casa”
José Ortega y Gasset

Wag the Dog…

¡No me representan! No me dan de comer, ni mucho menos me van a sacar adelante, no van hacer diferencia en mi vida, es solo un deporte, no debe de ser más que eso, ¿Qué pasa si México no va al mundial? ¿Qué pierdo yo en lo particular? ¿Qué pierde la patria?.

El deporte no debe de representar más que un escape al ocio y al esparcimiento, debe tener un sentido meramente lúdico, pero no; Aquí en nuestro país hay quienes no soportarían que la selección no fuera al mundial, tan mal está el ánimo de la nación que hace mucho que la selección nacional de futbol, es para muchos un reducto de escape, una válvula de realidad alterna que nos sublima a un mundo más feliz, uno donde se puede ser más de lo que se es, ¿quien le dio este valor a once hombres corriendo tras de un balón?

Una sociedad llena de inconsistencias tiende a las relaciones de codependencia enfermizas, y creo que es el caso de la nuestra con el fut bol nacional, siendo un país que ha ganado pocas cosas a nivel competitivo en materia futbolera, tenemos una invasión mediática al respecto, el cuarto poder a alcanzado a leer la fragilidad de nuestra sociedad y nos ha llenado de segmentos futboleros la programación deportiva, en donde disciplinas como el beisbol, atletismo Y boxeo, por mencionar algunas ocupan espacios ínfimos dentro de la programación.

Han forjado ídolos de papel, y jugadores con una moral tan alta, como falsa, ganan millones muy pronto y su hambre de éxito se sacia muy rápido, una vez más volviendo a lo social es lógico que el jugador ligue el éxito con lo económico, y entonces al estar bien, llegue a una zona de confort más rápido, estos al competir fuera de sus equipos donde son cobijados por afición, patrones y medios, no dan el ancho, se llenan de miedo o impotencia, cren que se puede ganar solo con la camiseta, con la historia, pero así como nuestro futbol ah crecido el de nuestros vecinos también, los centroamericanos tienen jugadores por toda Europa jugando en ligas como la de Bélgica, Turquía, Suiza, Holanda, y uno que otro en ligas de primer nivel como la Española, Inglesa y la Italiana, el detalle no es que estén allá el detalle es que si juegan, ahora más que nunca hay Mexicanos militando en clubes europeos y esa es la palabra clave, son parte de las plantillas, entrenan con ellos pero rara vez saltan al campo.

Y entonces ¿qué pasa si se pierde contra Nueva Zelanda?...
Para mi gusto no debería de pasar nada, debería de ser tal vez un acicate a la extrema soberbia nacional, también un hasta aquí a las televisoras porristas, un golpe a los dirigentes de pantalón largo que manejan los hilos del futbol nacional, un técnico que pierda credibilidad, y bajas ventas en las agencias de viajes con respecto a los boletos a Brasil, pero fuera de eso no debería de pasar nada, salvo los que viven de eso, los demás deberemos retomar nuestro rol en la sociedad y nada más, un enojo tal vez una pena pasajera y nada más, no debería de representar mas nada, ¿cuántas veces ha pasado que nuestras atletas no ganen algo? y no ha pasado nada, ¿que tienen once almas en un campo de futbol que causen diferente reacción? ¿Por qué les dimos ese peso? ¿Por qué cargamos a sus espaldas la ilusión de un país? ¿Por qué debe ser tan importante?

No debemos de extrapolar nuestras carencias sociales a un juego de futbol, que parece ser el guion mejor armado en la historia nacional, para llamar la atención hacia la historia, de los once que enfrentarán el cotejo final en la ciudad de Wellington y donde todo un país seguramente nos desvelaremos esperando una vez más que la diosa fortuna cargue los dados a favor de los nuestros y se escriba una página más en la “épica” historia de nuestro futbol, mientras tanto en el mundo real en el México que importa PRI y PRD se dan la mano para hacer pasar una reforma fiscal que va en detrimento de las clases medias y de la trabajadora, salvando de manera mesiánica a los pobres que por cierto y aunque duela lo que digo no son los que pagan impuestos, pero no importa porque de aquí al “día D” en Wellington todo será futbol y la vieja máxima de los Romanos será y seguirá siendo válida “al pueblo pan y circo”

Si me permiten un poquito más…
Se me va octubre y con él sus lunas, me deja un poco de nostalgia y mucho pero mucho beisbol…

Saludos y como siempre gracias a los que se comunican vía correo o twitter un abrazo…

Titter: @FaboRoss

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