Better Call Saul, una serie ingeniosa
Antes que nada quiero dejar en claro que no me gusta escribir sobre algo que no sé, así que para la realización de esta nota me avoque a leer criticas de conocidos sitios de internet y fanáticos de las series, quienes comparten en lo absoluto el mismo punto que yo: Better Call Saul, hasta el momento ha logrado mantener en cada uno de los espectadores la chispa de la ilusión que dejó Breaking Bad en cada uno de nosotros.
Bueno, antes que nada hay que aclarar que Breaking Bad es la historia de Walter White –un profesor de química convertido en capo del narcotráfico de metanfetaminas de Nuevo México– que ha logrado, luego de poco más de un año de haber finalizado, alcanzar el título de objeto de culto e ícono pop. Si tienes algún televisor en casa, PC o celular, es casi imposible que en estos últimos meses no hayas escuchado algo sobre el legendario Heisenberg, y esta alucinante e increíble serie televisiva que logró conquistar las horas de sus aficionados. No tardaras mucho en amarla y engancharte.
En fin, no venimos hablar de la grandeza de B.B., sino del nuevo proyecto de sus creadores Vince Gilligan y Peter Gould, quienes traen una pre-cuela de esta gloriosa serie televisiva y que podemos disfrutar cada martes a través de Netflix, titulada Better Call Saul, la historia del simpático abogado de Walter White, que logró evocar la euforia de hace pocos ayeres que dejó Breaking Bad en cada uno de nosotros. Los primeros 10 minutos del capítulo piloto B.C. S. te llenan de nostalgia e igualmente de emoción para poder revivir algo tan grande como Breaking Bad.
Dicen que los spin-off nunca funcionan, en realidad pocas precuelas son buenas y esta tiene que encontrar su camino, aunque, de momento, la crítica se ha mostrado entusiasmada. Crecer bajo la sombra de 'Breaking Bad', que fue premiada cada año y que para muchos es lo mejor que ha dado la televisión desde 'Los Soprano' y 'The Wire' no será fácil, claro.
Por el momento, la serie tiene a su favor que funciona para los dos públicos. Los primeros diez minutos del primer episodio están pensados para quienes sabemos qué fue de Saul, pero también es un anzuelo para los que no siguieron la serie matriz y una presentación perfecta del personaje: queda clarísimo quién es, qué lo hace sufrir y qué lo mueve.
Bob Odenkirk como Jimmy es mucho mejor que como Saul porque da cuenta de esos matices que antes se escondían detrás de unos diálogos de ritmo vertiginoso, casi angustiantes. Y aunque Walter White y Jesse Pinkman no aparecen por ahora, al menos no en la primera temporada, está Mike, también es la historia de origen de ese misterioso (y a veces entrañable) lugarteniente del capo Gustavo Fring.
Jimmy, olvídense de ese abogado ya entrado en cancha que se recita sus panfletos inconsistentes con el ímpetu de un artista. En esta ocasión Saul -Jimmy- es un niñato dentro del mundo del derecho, se gana el sueldo trepándose a las paredes como el resto de los mortales, y que podremos observar como escala poco a poco hasta lograr ser el exitoso abogado que logró llegar a la cima de la "cadena alimenticia", y mantuvo libre a cientos en el condado de Albuquerque, Nuevo México.
Sin duda, una serie 100% recomendable. -No he conocido a alguien que haya visto Breaking Bad y no le haya encantado-