Edición 2016 | No. 37


Succión digital ¿Qué riesgos tiene y cómo la detengo?

La succión digital o como comúnmente conocemos como “chuparse el dedo” es uno de los hábitos bucales más comunes de los niños. Se cree que hasta más del 50% de ellos conlleva esta habito. Se puede observar de forma muy temprana durante el desarrollo fetal y neonatal, considerándose normal durante esta etapa de desarrollo. El problema se produce cuando este hábito se mantiene una vez iniciado el cambio de dentición.

Se genera como una forma de satisfacer una necesidad en el niño, otorgándole seguridad y una rica sensación de contacto. La mayoría de las veces el niño lo realiza cuando está cansado, con sueño, pena, etc. También cuando está solo, ya sea antes de dormir o viendo televisión.

Este hábito prolongado en el tiempo, puede llegar a producir alteraciones en el desarrollo de los maxilares y de los dientes, lo que se conoce como anomalías dentomaxilares. La severidad de esta anomalía va a depender de la frecuencia (cuantas veces al día succiona el dedo), la intensidad de la succión, el tiempo que dura (minutos u horas) y además de la posición del dedo dentro de la boca y de qué dedo (ya que no siempre es el dedo pulgar).

Algunas características que se pueden observar en niños con succión digital son: Mordida abierta, los incisivos centrales se van hacia delante (lo que se conoce como labioversión), se puede alterar la posición de los incisivos inferiores, pueden observarse mordidas cruzadas, paladar profundo, se puede alterar el crecimiento transversal del maxilar, alteraciones esqueletales, puede predisponer a un traumatismo de los dientes anteriores, etc.

También se pueden producir en los dedos, deformaciones e infecciones por hongos, problemas de lenguaje, etc.

¿Cómo detenemos la succión digital?
En primer lugar, es muy importante no ridiculizar ni castigar al niño por que se succiona el dedo. Ya que les genera vergüenza e incluso una baja aceptación social. Se puede utilizar que los padres le digan al niño que lo deje de hacer cada vez que lo vean y felicitarlo. Hacer refuerzo positivo con premios. Usar modelos ya sea con un hermano mayor o amigo, ya que los niños al buscar aceptación social tratan de imitar lo que hacen los demás. Utilizar distractores para desviar la atención del niño hacia otra cosa, etc.
Otras maneras más invasivas, es aplicando líquidos de gusto desagradable, cubrir los dedos con guantes, vendas, férulas plásticas, aparatos diseñados para cortar el hábito, etc.

Sin embargo, la indicación del tratamiento y el momento de iniciarlo, va a depender de la edad del niño, de la capacidad de cooperación tanto de parte del niño como de los padres, de la severidad del hábito y del daño que esté produciendo. Por lo que es recomendable acudir a un especialista para que evalúe y determine el plan de tratamiento a seguir.

¿Deseas más información y valoración sobre este problema? Comunícate al 668 167 4616
Síguenos en facebook: facebook.com/OrthodonticsdentalPro

telcel

 

Comenta esta nota